La tarde ha comenzado a dibujar las sombras
Que abrirán las puertas oscuras de la noche,
El Véspero celeste muy lentamente asoma,
Es la primera estrella por sobre el horizonte.
El sol rojizo sigue su marcha descendente
Apenas perceptible, calmo, sin detenerse,
Y un aroma especial de los campos emerge
Mientras de estrellas, toda la inmensidad florece.
Nubes blancas y grises suspendidas al oeste
Van tomando matices distintos, diferentes,
Cruzadas por el ave que ya emprendió el regreso
A la rama, quien sabe, de qué follaje espeso.
El momento presente reflexiones nos trae:
Disfrutemos de todo lo que Dios nos ofrece,
Que la tarde también sobre la vida cae,
Proyectada en la sombra que a nuestro lado crece.
Víctor Manuel López Tieri
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